Historia del Restaurant L'Antiga Escola
Antes de abrir el
restaurante, David llevaba el bar del pueblo. Era chiquito, pero tenía una
terraza grande donde los clientes podrían disfrutar de un clima muy agradable
la mayor parte del año. Pero en los días de frio, o cuando empezaba a llover,
no cabían todos en el comedor del bar. Tampoco había espacio suficiente en la
cocina para un lavaplatos.
En el año 1998 se compró la casa que unas décadas antes había sido la escuela del pueblo. Estaba en muy mal estado y faltaba una reforma extensa. La obra comenzó por fin en 1999. “¿Cuánto tiempo tardará?” preguntamos al albañil. “Unos seis meses,” nos dijo. Mirando hacia atrás, no es de sorprender que la reforma tardara algo más. Se elevó el techo en dos lugares, se creó una pequeña terraza, la escalera se cambió de sitio para cumplir con la normativa sobre alturas y se renovaron por completo las instalaciones de fontanería y de luz. Por fin recibimos el visto bueno de la administración, y el restaurante abrió sus puertas en mayo de 2001. El restaurante fue todo un éxito. Los clientes del bar de David le siguieron al local nuevo, y vinieron otros, tanto de los pueblos de la zona, como de Alicante y Valencia. El restaurante no era grande: se podía atender a unos 30 comensales fácilmente, pero con 40 era más difícil, y solo cabían 6 en la pequeña terraza. “Es una lástima que la terraza no sea más grande…” decían los clientes. Nosotros también echamos en falta una terraza más grande. Y, como la casa de al lado estaba en venta y tenía una terraza enorme, la compramos. Otra casa que hacía falta arreglar, pero se encargó la obra y en 2005 se abrió la parte nueva, y de esta forma se consiguió un espacio diáfano que permitía duplicar el número de comensales. Ahora también se contaba con una cocina al lado de la terraza para servir bebidas y postres. El éxito del restaurante continuó y todos querían mesa en la nueva terraza con su vista panorámica. Además de comer bien, era un sitio para relajarse y disfrutar del entorno tranquilo de Tollos. También se ofrecían actividades complementarias. Por ejemplo, un grupo de unos 15 a 25 excursionistas se reunía en el restaurante cada semana entre octubre y mayo para salir a caminar por el impresionante paisaje alrededor de Tollos seguido por un menú del día. Las clases de cocina también traían nuevos clientes al restaurante para aprender los secretos de los platos que tanto les gustaban. Cada año se ofrecieron 6 clases. David enseñó cómo hacer los platos, con degustación, seguido por un menú del día especial. Con una lista de correo de más de 200 nombres, las plazas se agotaban pronto, y en las ocasiones con más de 20 apuntados, se repetía la clase la semana siguiente. Una exposición de arte era otro acontecimiento popular que hacíamos cada año. Para la inauguración, se ofrecía a los visitantes canapés y cava mientras contemplaban los cuadros pintados por artistas locales. Y por supuesto, se les ofrecía un excelente menú de tres platos para completar la ocasión. L’Antiga Escola era socio de las asociación gastronómica Parlant i Menjant, que representa los restaurantes de alta categoría en las montañas de Alicante, incluyendo L’Escaleta de Cocentaina, galardonado con un estrella Michelin. La asociación ha luchado sin tregua durante más de 20 años para dar a conocer la cocina tradicional de la zona y fomentar la innovación culinaria. La Gala anual de la Asociación destaca su papel de promotor de la buena gastronomía y de esta forma asegura que sus restaurantes asociados se conozcan cada vez más. Por medio de Parlant i Menjant nuestro restaurante pudo atraer una clientela nueva de todas partes de Alicante. |